La Juventud de CTA Nacional repudia enérgicamente el programa que llevará a cabo el Ministerio de Trabajo Nacional en acuerdo con la multinacional más conocida del mercado gastronómico, es decir Mc Donald´s.

El rechazo a este programa (anunciado como una buena noticia) se debe a que entendemos que lo que promueve es facilitar mano de obra barata a empresas transnacionales que se llevan nuestro dinero y que ese dinero nunca vuelve.

Y es en ese sentido que observamos y queremos hacer observar que el verdadero sinceramiento económico debe ir de la mano de la creación de empleo genuino y real. Lo que necesita nuestro país es la creación de puestos de trabajo que impliquen el desarrollo de sujetos en formación, preparación, perfeccionamiento y crecimiento laboral y no encontramos ninguno de estos aspectos en el acuerdo con Mc Donald´s.

A la luz de las declaraciones del ministro Jorge Triaca consideramos importante subrayar que un empleo que está $1500 por debajo del SMVM no debería ser pensado para jóvenes pobres y desocupados. Este acuerdo nos retrotrae a un escenario viejo, en el que debemos instalar el debate sobre la calidad del empleo pero, claro, las tensiones se profundizan cuando el gobierno hace equilibrio entre una ley de despidos y un programa evidentemente explotador. Triste es pensar que hace un tiempo la Juventud de CTA discutía cuánto se podía avanzar en la erradicación del trabajo informal o precarizado, sobre todo en el sector más vulnerable a este flagelo, es decir, jóvenes entre 18 y 25 años. Hombres y mujeres que se inician en el mercado laboral con entusiasmo pero acorralados por las condiciones existentes, que en su mayoría carecen de los famosos “privilegios del trabajo en blanco”. Hoy se nos presenta una agenda que camina para atrás. En palabras de Hugo Yasky: “Si es obvio que vetan la ley antidespidos, será obvio que habrá paro”. Suscribimos y agregamos que lo obvio será la reacción del Movimiento Obrero organizado frente a políticas de este tipo.

En uno de los muchos conflictos que sufrió Chile por el debate de la educación pública, se impuso una pancarta que nos lleva a la reflexión “Sindicalizate hasta que la dignidad se haga costumbre”. Ahí donde la educación está privatizada queda mucho más evidenciada la importancia de la acción del MO y la unidad de concepción en momentos donde la flexibilización laboral está servida en bandeja por los mismos que deberían gobernarnos/conducirnos/defendernos. Debemos aceptar (para poder actuar) que la administración actual del Estado no genera condiciones a favor del pueblo trabajador y que políticas como estas se llevan a cabo en toda la región.
Por todo lo mencionado creemos que el acto del 29 de abril (por el día del trabajador) y el 12 de mayo (reclamo nacional paritario por la universidad pública) están unidos en un mismo y único camino: unidad de los trabajadores, de todas las ramas, sectores y seccionales y el gremialismo estudiantil.

Y lo más evidente: hay una política transversal entre los despidos injustificados y el recorte explícito del presupuesto educativo que va en desmedro de la clase trabajadora y su poder adquisitivo, además del abandono de la educación superior, anulando cualquier posibilidad de movilidad social ascendente.

Allí estaremos cada vez que sea necesario; como quedó demostrado en las primeras movilizaciones multitudinarias en la gestión macrista. Por respeto a las instituciones democráticas, pero también con conciencia de los logros que concebimos los últimos doce años, repudiamos el programa y exigimos la creación de empleo genuino para los más jóvenes.