IB24: – ¿Cómo ves el panorama político actual?
Primero repudio lo sucedido en Tiempo Argentino, es un intento de acallar voces que no piensan lo mismo que el establishment de este país, pero además atentaron contra fuentes de trabajo. Esto se inscribe en un clima de persecución y hostigamiento a todos aquellos quesostenemos una visión distinta a la del neoliberalismo. En tiempos de democracia, es el Gobierno que más ha hecho lo posible para que no se vea ni se escuche lo que está pasando en la realidad social. Amplifican las cosas que les interesan. Ayer venía pensando en la inseguridad. En el otro gobierno había un asesinato y estaba la pantalla caliente las 24 horas. Ahora se incrementó la inseguridad y reaparecieron los secuestros pero pareciera que los grandes medios de comunicación monopólicos no lo tienen en agenda. Tampoco es tapa de diarios la inmensa crisis social que se vive: 4 millones de nuevos pobres en seis meses. Es importante poder resistir a este tipo de políticas, organizarse, construir correlación de fuerzas, trabajar con medios alternativos, redes sociales y el boca a boca para advertir al pueblo lo que está sucediendo.
IB24: – ¿Cómo ves el acercamiento del presidente Macri a la Alianza del Pacífico?
Es muy malo. Ellos creen que el mercado puede regular la vida social, política, económica. La de todos. Nosotros pensamos todo lo contrario: al mercado hay que regularlo, hay que tener un Estado presente que proteja al más débil. Ellos le quieren dar poder a las grandes corporaciones y a los especuladores financieros. En 2005 nosotros le dijimos “no” al ALCA, dando inicio a un gran proceso de integración regional. Hoy, lamentablemente, estamos en un proceso de reflujo, donde las derechas han avanzado en Latinoamérica, a través de golpes -como en Brasil- o de un hostigamiento feroz, como en nuestro país, a través de los medios y la Justicia. Su objetivo es que el pueblo sienta vergüenza de lo que sucedió en estos 12 años, que fueron un proceso de conquista de derechos. Por eso, insisto en que hay que organizarse para dar la batalla cultural. Yo creo que más temprano que tarde la sociedad va a reaccionar, sobre todo la clase media, que votó una fiesta a la que no la invitaron.
IB24: – A partir de la presencia de Cristina en Buenos Aires, ¿cómo crees que se dará la reconstrucción del campo nacional y popular que hoy parece estar tan disperso?
Escuché a Cristina y fue muy interesante su reportaje. Pensé en que el presidente Mauricio Macri debería dar uno igual, hablando de los Panamá Papers, de la cantidad de cuentas que tiene en el exterior, del juicio que lo condenó por extorsión y que después la Corte menemista lo absolvió. Debería responder por su ex secretario de Hacienda y actual intendente de Lanús también. Pero bueno, enfocan en uno, dos o tres casos de corrupción para empañar lo que fue un proceso político tan importante. Por supuesto que esos casos deben ser condenados, pero con el mismo peso de la ley que los beneficiarios del dólar futuro, en su mayoría funcionarios de este Gobierno, incluido el Presidente de la Nación. ¿Quieren hablar de obra pública? Habría que hablar de Niembro, de Calcaterra, de Caputo, de todos los que han hecho y siguen haciendo esos negociados. Me pareció bien que Cristina haya contestado las preguntas, aunque me hubiese gustado que estuviera presente en el estudio. Yo creo que tiene que hablar más sistemáticamente como hizo ayer, para dar cuenta de determinadas situaciones que se le intentan adjudicar, pero también haciendo una convocatoria amplia a la sociedad para sostener las conquistas y logros sociales de estos 12 años.
IB24: – Hoy Massa aparece planteado como el “Mesías” del peronismo, ¿cuál es tu posición en la reestructuración del movimiento?
Yo creo que el peronismo debe darse un debate interno y trabajar muy fuerte en el marco de principios. La unidad del peronismo en términos partidarios o electorales nada más no sirve. Hay que plantear un plan de gobierno, si se está a favor de las corporaciones o del pueblo. Lo último que se votó fue en desmedro de la sociedad. Muchos de los que han votado deben reflexionar y no dejarse correr por la parada. En los momentos más difíciles uno descubre la calidad de dirigentes que tenemos. Un dirigente que pretende representar las ideas del peronismo, tiene que dar cuenta de esos principios en su accionar. Hay algunos que, como el camaleón, tienen la virtud de acomodarse al momento político que se vive. Si antes pelearon por la redistribución, hoy avalan la concentración.
IB24: – Incluso Massa ha quedado involucrado con el Departamento de Estado norteamericano, a partir de la salida a la luz de los Wikileaks…
Sí, es lamentable como tantos dirigentes han pasado por la embajada. Igual, yo no tengo dudas que la mayor representante del Departamento de Estado norteamericano es Elisa Carrió. A ella la mandan a hacer el trabajo sucio. Además de que tiene un doble estándar. Habla mucho de los casos de corrupción del gobierno anterior -que está bien-, pero no dice lo mismo de Macri. Aunque hace tres años decía que era un ladrón… Y bueno, creo que hay varios dirigentes buscando un lugar allí. La embajada es muy inventiva y seguramente, si ve que este Gobierno no resiste en términos electorales, preparará un candidato. Igual creo que esta lucha excede al peronismo; hay que buscar alianzas con sectores populares y progresistas que sin identificarse con el peronismo, persiguen los mismos principios. No hay que cerrarse, hay que construir mayorías.
IB24: – En tu rol de dirigente sindical, ¿cómo avizorás la relación de este Gobierno con el sector de los trabajadores?
Yo veo un incremento del descontento y de las protestas en consecuencia. Hay dirigentes y gremios a los que no se nos puede comprar ni apretar con carpetazos. Quizás otros no pueden decir lo mismo, pero el malestar de los trabajadores nos va a permitir que articulemos fuertemente. Veo un futuro conflictivo, de fractura social, pero también de mayor organización y lucha de los sectores populares.
IB24: – Tienen en agenda un proyecto sobre la financiación de la educación pública, ¿de qué se trata?
Sí. Es una Ley de Financiamiento Educativo que pretende llevar al 10% la inversión en educación, que hoy está en un 6%. Se tiene que duplicar en toda la educación obligatoria y mantener una inversión fuerte en la ciencia y tecnología. Esto está a contramano de lo que quiere el Gobierno. Cuando hablan de “reducir el déficit fiscal”, se refieren a eliminar los gastos. Para el macrismo, la educación está enmarcada en los gastos.
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