El personal no docente del Instituto Tecnológico San Bonifacio, ubicado en Siritto 370 de Parque Lomas, dependiente del obispado de Lomas de Zamora, lleva tres días de medidas de fuerza con un paro de brazos caídos, en reclamo de representación sindical en el lugar de trabajo que les permita enfrentar la precaria situación laboral a la que están sometidos.

“Llevamos tres días de paro, no hemos logrado que el sindicato nos apoyara. No tenemos delegados, nos dijeron que no cumplimos los requisitos aunque tampoco nos quieren afiliar así que resolvimos elegir representantes de hecho para poder reclamar nuestros derechos. Las horas extras se nos abonan por fuera del recibo, los feriados no los cobramos directamente, no nos entregan ropa de trabajo, despiden compañeros y no toman personal, después está la constante persecución laboral”, denuncia Cristian Grada, un trabajador del sector maestranza, con 15 años de antigüedad en el instituto, quien decidió junto a sus compañeros hacer pública la situación luego de que solo recibieran por parte de la administración la indiferencia a los reclamos y maltratos laborales como represalia.

El gremio que refieren los trabajadores es el Sindicato de Empleados y Obreros de la Enseñanza Privada (SAEOEP), que agrupa a unos 37 mil empleados No docentes de los colegios privados laicos y religiosos y de universidades privadas. “Esto empeoró luego que la diócesis resolviera cambios en la administración” comenta Analía Aguirre, trabajadora desde hace 5 años en ese establecimiento educativo privado. “El sindicato viene una vez al mes, pero no para hablar con nosotros, desde que empezamos el paro los llamamos y nos dicen que ya van a venir pero no aparecen”. Agregan. El Instituto Tecnológico San Bonifacio es un colegio secundario técnico, de los antiguamente llamados "industriales", ubicado en la localidad de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, Argentina, recibe subvención estatal completa por vía de la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (DIPREGEP).

Actualmente brinda educación a casi un millar de estudiantes con una cuota de 900 pesos por alumno, “aunque a veces no tengamos ni detergente para limpiar los pisos” rematan los trabajadores.

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