Este viernes 11 de mayo en UTE se realizó una jornada de reflexión y análisis sobre la importancia de la responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad durante la última dictadura, tomando como caso emblemático la causa Ford.

Participaron el Secretario de DDHH de CTA Nacional Victorio Paulón, la Secretaria de DDHH de CTA Provincia de Bs. As María Reigada, los abogados querellantes de la causa Tomás Ojea Quintana y Elizabeth Gomez Alcorta junto con la historiadora e investigadora Victoria Basualdo y el Diputado Nacional y Secretario General de los Trabajadores Curtidores Walter Correa.

También fueron parte de los paneles los trabajadores declarantes en la causa, Carlos Propato, Carlos Gareis, Pedro Troiani entre otros.

Durante las disertaciones se dio importancia a la realización del juicio a Ford como avance sobre quienes fueron los responsables ideológicos de la dictadura, valorando este juicio icónico dentro de los que son los juicios contra delitos de lesa humanidad.

Los presentes brindaron un homenaje al procurador Jorge Aguat, quien estuvo a cargo de los juicios de lesa humanidad dentro del Ministerio Público Fiscal.

Abrió la jornada Tomás Ojeda Quintana planteando el desafío de avanzar más profundamente en estas causas, que es no solo enjuiciar a los individuos que tuvieron determinados cargos en las empresas durante la dictadura sino también a las empresas como tal.

Elizabeth Gomez Alcorta afirmó que los juicios a los militares es justamente sobre el sector derrotado de lo que fue la dictadura, juzgar a los empresarios o a las empresas es juzgar a quienes no fueron derrotados, y que hoy vuelven a implementar las políticas contrarias al interés del pueblo. Haciendo hincapié, además, en que los empresarios no fueron cómplices sino responsables.

En tanto Victoria Basualdo expresó el significado de esta investigación que se hizo en el marco de un estado que acompañó todo el trabajo, resaltando que sin esta colaboración lo logrado no podría haber sido posible.

Finalmente Walter Correa y Paulón realizaron un análisis de las vivencias del movimiento obrero, el sufrimiento de la represión de esos años, haciendo parangón con la etapa actual, un presente con presos políticos y la realidad que estamos viviendo, señalando la necesidad de la unidad de todos los sectores de trabajadores para poder desplazar este modelo y también la importancia de los lazos con el sindicalismo internacional que muchas veces, esta relación entre las organizaciones gremiales, posibilita que las multinacionales no avancen con la represión sobre la clase trabajadora.