La Empresa Cablevisión debió ajustarse a la Ley de Servicios Audiovisuales tras la campaña de concientización y juntada de firmas llevada adelante por la CTA Chivilcoy en conjunto con la CTA Pehuajó y la Agrupación Agustín Tosco de Trenque Lauquen

En la provincia de Buenos Aires el monopolio Clarín a través de su distribuidora de cable, Cablevisión, muestra de forma descarnada el proceder de su libertad de empresa a la que se esfuerza en llamar “libertad de prensa”. Pretenden manejarse con la impunidad del poderoso, por fuera de la ley y del criterio de bienestar general.
Durante una de las Audiencias de conciliación con la empresa, su gerente regional realizó un llamativo acto de sinceramiento, dijo ante el reclamo de agregar PAKA PAKA a su grilla: “No podemos permitir que el estado nos imponga canales para bajarle línea a los chicos”, lo obtuso de este comentario es proporcional al tamaño de los intereses que pretende defender.

Campañas y denuncias

Durante los meses de marzo y julio se llevó adelante por parte de la CTA Chivilcoy, CTA Pehuajó y la agrupación Agustín Tosco de Trenque Lauquen, distintas campañas de concientización y junta de firmas para que Cablevisión se ajuste a la LEY DE SERVICIOS DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL que estipula mediante la resolución 296/10 los canales que deben integrar las distribuidoras de cable y cual es el orden de estos, ubicando como cabecera a los canales de producción nacional. Nada de esto cumplía la empresa colocándose ante la sociedad toda como censor de los contenidos que debía recibir; mientras vociferaban junto a sus acólitos su preocupación por la falta de libertad.
Como resultado de las campañas se juntaron alrededor de 400 firmas de usuarios en cada localidad y con estas se elaboró una denuncia para elevar ante la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor).Luego se realizaron las Audiencias Conciliatorias por cada denuncia presentada donde participaban los responsables zonales de Cablevisión y los denunciantes, en todas las audiencias la empresa intento (sin suerte) desconocer la autoridad de la OMIC. Mientras el proceso se iba desarrollando llegaron las reacciones por parte del monopolio, en el caso de Chivilcoy se prohibió levantar notas para el canal local donde aparezca la imagen del secretario general de CTA, Martín Barrionuevo; es connatural al monopolio intentar acallar o desaparecer las voces disonantes.

El monopolio cedió.

En momentos en que las OMIC estaban fijando los montos de las multas por incumplimiento de la empresa, y que se estaba tramitando la elevación del caso al AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) el monopolio cedió, cayadito la boca y sin levantar la perdiz agregó hace unos diás los canales PAKA PAKA, INCA TV y Telesur a su grilla. Queda claro que los monopolios no se suicidan y que en un contexto de movilización política como la actual no le gusta quedar en el foco de la cuestión. Así es como prefirió, en silencio, bajarse del trono de censor de la sociedad. El monopolio no esta vencido, ni mucho menos. Solo esta dolido, como el grandulón del barrio que encontró la horma de su zapato y se esconde para llorar.

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